sábado, 24 de enero de 2009

un deseo




Un deseo

Un deseo pediría a la vida,
que la vejez no me arrugue la piel,
pues en ella llevo las caricias de la mujer que amé.
Que no se cierren mis ojos,
porque en la retina, su tierna mirada grabé.
Que no borre de mis manos la suavidad de su piel,
que mis labios conserven la frescura de sus besos,
y en mis oídos resuenen sus palabras de amor.
Que no olvide aquellos deliciosos momentos vividos,
que nunca se vaya de mi mente,
la imagen de la mujer que me amó, y que amé.
Y al llegar al final de mis días,
llevarme estos recuerdos,
y en un rinconcito del firmamento,
seguir escribiendo poemas de amor.

javier menal

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